Ya no
recuerdo la edad que tenía cuando lo descubrí. Era infinito, insoslayable, y de
alguna forma se convirtió en mi referente de inmensidad, cuando todavía no
sabía qué significaba eso.
TE QUIERO
DEL TAMAÑO DE TODOS LOS MALECONES, PAPÁ…
así le dije un día a uno de los hombres más importantes de mi vida; y
desde entonces, el Malecón es un símbolo para mi, y seguramente para todos los
cubanos.
Si nos
ponemos serios, habría que explicar que el Malecón Habanero comprende una
amplia avenida de seis carriles, y un larguísimo muro cerca de 8 kilómetros)
que se extiende sobre toda la costa norte de la capital. Cuentan que comenzó a
construirse en los albores del siglo XX y se terminó unos cincuenta años
después... pero nadie pensó nunca, que algún día, devendría una habitación más
en la casa: un espacio para todos.
Ciertamente, el Malecón es para muchos el salón donde compartimos con amigos, el portal donde esperamos a alguien amado, a veces hasta el comedor donde ingerimos algo para salir del paso...que bello recuerdo
ResponderBorrarGracias Habanera por compartir tus vivencias con nosotros. Nada como ese momento en que cerramos los ojos y respiramos profundos desde el Malecón HAbanero
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