lunes, 16 de junio de 2014

Crónica de una llegada temprano



Cuando sonó el despertador creo que ninguno lo escuchó. Aquella mañana nos levantamos casi media hora después de lo previsto; y con el tiempo más apretado que justo, apuramos el desayuno. Subimos al auto, rápido, furiosos

¿Está todo? – Sí, 3 cámaras, 3 trípodes, 5 cargadores (los móviles nunca aguantaban), ¿Periodistas? 2  y nuestro chofer Oscar.

 Todavía quedaba por recoger a Yenli y Barbi. Corriendo a la corresponsalía, tocamos el claxon (estamos casi tarde). ¿Ya? Ya.

Coge la curva, a la derecha ¿por el cartel? si por el cartel; ahora todo recto… uffffffff… Por fin estamos llegando.

Y de repente…  ¡PLOF! Los delfines tendrán que esperar.


4 comentarios:

  1. Vísteme despacio, que estoy de prisa! estos chicos de Cámara Cuba a cada rato se meten en problemas.... pero al final todo resulta.

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  2. Hola Sandra. Gracias por tu comentario... tienes toda la razón. Pero siempre tenemos plan A, B, C y últimamente hasta D.

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  3. Muy bueno. La demora sirvio al menos para que pudieran hacer algunos planos en la autopista. Me gusta el trabajo de edicion y un divertida historia...los delfines se quejaron por la tardanza?

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  4. Roberto, como bien explicamos en el blog los delfines son animales muy inteligentes y supieron entender jajaja

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