Made, Lu y Gera, así nos llamamos entre nosotros y así nos
conocen nuestros colegas y amigos. Con quienes trabajamos por vez primera nos
identificamos como debe ser, Madelín, Lucía y Gerardo, pero el protocolo dura
poco tiempo.
Sin darnos cuenta esas personas que conocemos con cada nuevo
proyecto, terminan por hacerse cómplices de nuestra amistad y hasta del
lenguaje con que a diario nos referimos a una u otra anécdota simpática ocurrida durante el
proceso de filmación o edición.
Me percato de esa complicidad cuando inconscientemente nos
llaman “Made”, “Lu” o “Gera”, dejando a un lado el formalismo, entusiasmados
con nuestras ideas y retos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario